viernes, 13 de marzo de 2009

CARTA DEL PRESIDENTE NACIONAL DEL COLEGIO DE PERIODISTAS

Reciban, en primer lugar, un saludo muy cordial. De regreso del período de vacaciones, he creído conveniente informarles de las tareas en que estamos empeñados actualmente en la directiva nacional del Colegio de Periodistas.

El año no será fácil. Los periodistas, en todo el mundo, ya hemos sentido el impacto de la crisis. En Chile, donde los voceros oficiales nos dicen que el impacto será menor y que estamos bien preparados, hemos debido lamentar la rapidez con la cual las empresas se adelantaron a la llegada misma de los problemas. La necesaria reducción de costos, por lo que hemos comprobado, se ha centrado fuertemente –y, en algunos casos, exclusivamente-en la reducción de puestos de trabajo. Periodistas y otros colaboradores de los medios han sido despedidos en todo el país.

Estas son malas noticias. El compromiso nuestro es denunciar los excesos y tratar de paliar los efectos negativos de estas decisiones. Aunque nuestros recursos son limitados, en varios casos hemos conseguido colaboradores dispuestos a brindarnos su ayuda. En Santiago se ha constituido un grupo de trabajo en que participan representantes del Colegio Nacional, del Consejo Metropolitano y dirigentes sindicales.

A pesar de estas preocupaciones, es conveniente que ustedes sepan que estamos avanzando positivamente en varias áreas:

Aunque la última palabra la tendrá el Congreso Nacional, el proyecto de Ley del Estatuto de la Prensa está finalmente llegando a buen puerto. Ciertas demandas muy urgentes, como el seguro, aranceles de referencia (no obligatorios) y el castigo para quienes obstruyan con violencia la labor periodística, fueron incluidas en la indicación sustitutiva que envió la Presidenta de la República al Congreso.

Hemos tenido avances, tanto por nuestras propias presentaciones como por otras denuncias ante los tribunales de justicia, en la clarificación de situaciones que significaban un retroceso en la libertad de prensa. Las decisiones de algunos jueces que quisieron imponer prohibiciones no consideradas en las leyes, han sido rechazadas por los tribunales superiores. Este es un aspecto que no debemos descuidar, sin embargo, ya que de tiempo en tiempo resurgen las viejas tentaciones represivas.

En el deseo de facilitar cada vez más el normal trabajo de los periodistas, una parte importante de nuestra tarea se ha centrado en reuniones y entrevistas con autoridades de gobierno y dirigentes sociales y la realización de cursos y seminarios que ayuden a crear conciencia sobre la importancia vital de la libertad de prensa en una sociedad democrática. Hemos conversado con diversas autoridades, hemos realizado seminarios con la empresa privada y reparticiones públicas. Seguiremos haciéndolo y necesitamos para ello el máximo de colaboración de todos nuestros asociados.

Una tarea fundamental en este momento es el fortalecimiento de la conciencia ética. El respeto a los principios éticos es lo que distingue a los periodistas profesionales de los aficionados y de toda esa vasta fauna de noteros y opinólogos. La reforma del Código de Ética, concretada en diciembre pasado, y su divulgación, tienen un lugar principal en nuestras prioridades.

El hecho que la revolución de las comunicaciones no se ha agotado y sigue entregando nuevas herramientas y posibilidades a todo el mundo, nos obliga a esforzarnos por comprender mejor fenómenos con Facebook, You Tube, Twitter y los blogs. Parte importante de nuestro esfuerzo de este año apunta precisamente al mejor conocimiento de estas novedades tecnológicas y a la reflexión –junto con los formadores de periodistas- de sus efectos.

Finalmente, quiero reiterarles que en cuanto a las Escuelas de Periodismo, todos estamos conscientes de que han proliferado en exceso. Por eso, a fines del 2008 se difundió un comunicado en el cual se recomendó a los estudiantes y a sus padres, que analicen con cuidado los establecimientos donde se van a matricular sus hijos. Todavía hay mucho terreno que recorrer pero ya buena parte de las carreras se han acreditado, ya sea en el sistema Nacional o internacionalmente. Ese debe ser el mejor indicador sobre calidad, considerando que incluye el análisis de los programas, los profesores, el equipamiento y los resultados logrados por sus egresados.

En esta tarea estamos empeñados. No es tarea para un dirigente ni para un grupo de dirigentes. Es tarea de todos nosotros y por ello quiero reiterarles la invitación a incorporarse a los consejos regionales y a participar en las distintas instancias que estamos preparando: seminarios, encuentros, reuniones con escuelas de periodismo, etc.

Los saluda muy cordialmente

Abraham Santibáñez
Presidente


Santiago, marzo de 2009.

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